V Parte de los mensajes bajo el tema:
La única Solución al gran dilema de la humanidad.
El espíritu carnal mora en el espíritu del hombre, no en la piel, ya que no es un ente físico sino espiritual; y, el hombre, es incapaz de vencer esa naturaleza carnal con su propio esfuerzo.
El deleite del pecado es temporal, trayendo tormento, vacío y culpabilidad que atormenta al individuo, y muchos se han acostumbrado a vivir de esa manera.
Es necesario que el individuo reconozca su incapacidad de vencer el pecado por si mismo, y busque a Cristo quien es la única solución definitiva.
Esta acción no puede darse de poco a poco, sino de forma inmediata, reconociendo así el gran peligro en el cual se encuentra el hombre pecador.