La obediencia en el Señor a los padres es una exigencia divina que es justa, pero conveniente a los hijos, para que tengan una larga vida en esta tierra.
Hay un tremendo valor en corregir a los hijos desde temprano. Si se logra que obedezcan tan pronto se les habla, se habrá logrado mucho. Sin embargo, todo comienza por los padres, quienes primero necesitan alinear sus vidas con Dios.
Para que los hijos honren a sus padres, se requiere primeramente la visión de la importancia de esto junto con la determinación para producirlo, cueste lo que cueste.
El guiar a los niños en el camino de Dios es una tarea posible, aún en el presente siglo. Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6 Este es el mejor legado que...
Invierta todo lo que pueda en esos espíritus, en esas mentes, aunque pequeñas, porque estamos lidiando con lo espiritual

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