El hablar en lenguas es muy enseñado en el mundo religioso como la señal de haber recibido el Espíritu Santo.
Es decir, se enseña que el don de hablar en lenguas es un privilegio para todo aquel es llenado del Espíritu Santo.
Sin embargo, como cristianos todo lo que hacemos necesita tener fundamento y sustentación bíblica para así proceder en todo decentemente y en orden.
Por consiguiente, expondré cuál es el propósito del don de hablar en lenguas, arrancando desde el origen.
Lo que ocurrió en la construcción de la Torre de Babel en Génesis 11
En aquel relato vemos cómo Dios intervino para confundir a los trabajadores, haciendo que hablasen en lenguas distintas para que ninguno entendiera el hablar de su compañero.
Esa fue la primera vez que Dios dotó al hombre con un lenguaje distinto, lo cual abrió el compás a distintos idiomas.
Lo que pasaba era que había un espíritu de auto exaltación y adoración en aquellos hombres, lo cual iba a desplazar a Dios de las mentes y los corazones del ser humano.
Por lo tanto aquí aprendemos que:
Cuando no hay entendimiento una obra no puede seguir.
Y que:
No se puede trabajar cuando no hay entendimiento.
La comisión de Jesús a sus discípulos antes de su ascenso, en Marcos 16:17
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.”
Cuando Cristo hablaba de nuevas lenguas se refería a otros idiomas, es decir un idioma desconocido para el individuo que lo usaría.
La voluntad de Dios es y sigue siendo alcanzar a todo el mundo con el evangelio de la verdad.
Para ello él requería que sus discípulos alcanzaran a otros, comunicándose con ellos en las lenguas nativas de ellos.
¿Cómo se inició el hablar en lenguas?
Del libro de Hechos capítulo 2 veremos los siguientes puntos:
- El fuego cayó del cielo para purificar los corazones de los presentes, como también se menciona en Hechos 15:8-9:“Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.”
El don es para beneficio de la iglesia y de la humanidad. El mismo no es exclusivo de la persona que lo recibe.
Dios lo tiene destinado para ser usado según se dé la necesidad y no según los criterios humanos.
- Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, en otros idiomas, según el Espíritu les daba que hablasen.
¡Ellos no promovieron esto, ni tampoco lo aprendieron! El Espíritu lo dio según lo que veía conveniente.
Estos eran idiomas que emanaban de las bocas de los que fueron llenos del Espíritu Santo.
- Aquel día hubo una gran concentración de judíos para celebrar la fiesta del Pentecostés, escenario usado por Dios para la primera gran cosecha.
Dios quería alcanzar a estos hombres que habían venido de todas las naciones bajo el cielo con el evangelio, pero ¿cómo lo haría sin dotar a otros de la capacidad para hablar en el idioma de ellos?
- La confusión no se debió a la falta de entendimiento sino por la perplejidad de aquellos que hablaban en sus lenguas.
¿Y cómo se dieron cuenta que hablaban en sus lenguas?
Pues se dieron cuenta porque hubo entendimiento: “les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios”.
¿Y cómo sabían que hablaban las maravillas de Dios?
Lo sabían porque los entendían, de tal forma que fueron ministrados.
- Considere lo siguiente: el idioma árabe debe ser muy diferente al idioma africano. Pero en esto consiste realmente el hablar en lenguas: en la dotación divina para comunicarse con otra persona en su idioma, sin uno mismo haberlo aprendido antes.
1 Corintios 14
- Corinto era una ciudad en donde emergían diferentes grupos étnicos.
- El libro de I Corintios fue un libro de correcciones y uno de estos problemas que se procuraba corregir era el hablar en diferentes lenguas mientras estaban reunidos en sus cultos.
Cuando esto ocurría, no había entendimiento.
Es como si en medio de nuestras congregaciones hubieran: chinos, turcos, ingleses, españoles, etc., cada uno sabiendo solo su lengua nativa.
- El meollo de la enseñanza de Pablo radica en el hecho que debía haber entendimiento en el momento que uno se paraba a hablar en su propia lengua en medio de la congregación.
- El propósito de congregarnos es buscar el bien de todos, y no de unos cuántos. Si la iglesia no está siendo edificada por lo que se está diciendo en el momento de la reunión, no se está dando la necesaria edificación, es decir, se está frustrando el propósito de la revelación, ciencia, profecía o doctrina.
- Si usted ora y no entiende lo que está diciendo, tampoco está recibiendo edificación.
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En 1 Corintios 14, el versículo 23 dice: “Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?”
Como mencioné al inicio, la costumbre de todos hablando al mismo tiempo (diciendo que es el don de hablar en lenguas) se está practicando fielmente en muchos centros religiosos.
Todo el mundo hablando a la misma vez, y supuestamente “en lenguas”, pero en realidad nadie está entendiendo lo que dice el otro.
- Pablo enseña que la cantidad de personas que hablan en lenguaje extraño debe ser por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interpretando.
Pero esto tampoco se está cumpliendo, en cierta medida porque no se entiende bien qué es el hablar en lenguas, pero a la vez por rechazar la verdad mostrada en la Biblia.
Si has leído hasta aquí, te invito a escuchar: El hablar en lenguas:
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Las imágenes fueron tomadas de: Free Bible Images.
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