Solo hay dos personas que forman parte de esa relación, DIOS y TÚ.
¡No tengas temor y atrévete a ser genuino con Dios!
Esto es de carácter eterno.
"Obedece a Dios en TODO y tu comunión con él se irá profundizando más y más".
Inspirada en el libro para niños “THIN ICE” de Anne Sibley O’Brien.
¡AYUDA! Gritaba Manuel; ¡ROOOSAAA!
Manuel estaba desesperado; después que su prima Rosa le había dicho que era peligroso, él desobedeció y cayendo en el lago congelado casi muere, sino hubiera sido porque su prima lo ayudó.
En esta vida cristiana, nos enfrentamos a diario a situaciones, en las que, si no obedecemos a Dios en TODO, nuestra relación con Él se torna superficial, por eso caemos en ellas y todo aquello que batalla contra nosotros nos logra vencer.
En el libro, el niño cayó, porque el hielo que se había formado sobre el lago estaba muy delgado, era muy superficial.
Ahora, si recordamos a Pedro, discípulo de Jesús, él se empezó a hundir cuando se enfocó en su alrededor, cuando no obedeció a lo que Jesús le dijo.
Mateo 14: 28-30“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!”
Si bien es cierto, puede que ambos episodios no son parecidos, pero el enfoque está en que si tu relación con Dios no es lo suficiente profunda, te vas a hundir.
Y eso es lo que el enemigo quiere, que tu relación sea lo más ligera, superficial y no genuina, para así mandarte situaciones, y caigas. Y cuando digo caigas, el principal objetivo de él, es que caigas, te ahogues y mueras, para nunca más levantarte.
¡NO PODEMOS DARLE NINGUNA OPORTUNIDAD DE APROVECHARSE DE NOSOTROS Y AHOGARNOS!
En la biblia vemos en diversas instancias, que todo aquel que tenía su relación como debía ser, era siempre vencedor y prosperado en todo; vemos a Noé, Samuel, David, también a Salomón, Isaac, Jacob, Gedeón, entre otros.
Pero, así como muchos de ellos lograron mantener su relación lo más cercana, lo más real y profunda con Dios, también podemos leer como algunos de ellos tristemente, enfocaron sus miradas en mujeres, ídolos, riquezas, entre otras cosas y así su relación se debilitó y finalmente decayeron y aunque algunos tuvieron otra oportunidad de reponerse, JAMÁS pudieron volver a su estado original.
¿Cuán real es tu relación con Dios?, ¿cuán profunda es?, ¿sobre qué está fundada?
Cristo nos dejó el perfecto ejemplo de una relación tan real y profunda con su Padre, a tal punto que obedeció a Dios aun cuando le costó su vida; su deseo principal fue OBEDECER EN TODO sin importar el sacrificio, con tal de hacer la voluntad de su Padre.
¿Cuán lejos estamos dispuestos a ir para que nuestra relación con Dios sea lo más genuina y profunda?; ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar para que sea así?
Muchas veces tenemos que llegar al punto de empujar para hacer lo necesario independientemente que mamá, papá, hermano, amigo, esposo, esposa, trabajo, metas, o aun estudios se nos opongan o quieran distraer. Una vez que la lucha incremente, que el diablo, el mundo, la carne y el pecado ataquen, se verá cuán profunda y real es nuestra relación con Dios.
Con Dios llevamos la de ganar y Él siempre estará allí con nosotros para guiarnos en qué hacer y qué no hacer, para corregirnos si hacemos algo que nos puede afectar, para alimentarnos con todo lo necesario con tal que seamos fuertes contra todo lo malo, esto solo lo podemos encontrar en Dios.
En cada cosa que hacemos podemos meditar, orar, cantar, leer. A veces hay tiempo para revisar el teléfono, para visitar al vecino, para salir con la familia, para pasar un tiempo con ese amigo o amiga, pero para profundizar más en Dios y en nuestra relación con Él, no sacamos el tiempo valioso para hacerlo.
1 Corintios 1:9 dice: Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Nosotros fuimos llamados a tener esa comunión, esa relación íntima con Dios, pero hay condiciones a seguir, y para que esa relación sea como debe ser y atravesemos toda esta vida sin caídas, sin remordimientos, sin tropezones, y de victoria en victoria contra todo lo maligno debemos considerar lo siguiente y hacerlo real y personal en nuestra vida.
A continuación, mencionaré aquellos puntos indispensables en ella;
- Esa relación debe ser íntima
- Esa relación es solo si le temes a Dios
- Esa relación debe ser santa, quiere decir que debes tener su Espíritu Santo morando en ti.
- Esa relación debe ser 100% sincera.
- Esa relación debe ser sacrificial; no importa que me cueste, voy a hacer lo que Dios dice.
- Solo el que practica justicia tiene una relación con Dios.
- Esa relación debe ser constante y permanente, porque Dios no puede estar en una vida que fluctúa, Dios no mora en alguien que quiere algo de relación con lo malo con el diablo y la vez con Él.
- Esa relación es única y exclusiva, no es compartida con nada mundano, incorrecto o deshonesto.
- Esa relación es ETERNA
- Y esa relación debe ser entre dos personas solamente, Dios y TÚ. Más nadie debe interferir o debe ir primero o en medio de ella.
El deseo de Dios es que profundicemos más en Él, pero la pregunta es: ¿Hasta qué punto dejarás que Él trabaje en tu vida para que esa relación sea impenetrable e irrompible?