El 11 de marzo de 2020 el coronavirus fue declarado como pandemia de forma oficial por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El coronavirus en el mundo ha contagiado y matado a miles y miles de personas y muchos gobiernos realizan ingentes esfuerzos para frenarlo y controlarlo con la implementación de medidas como: suspensión de vuelos, cierre de fronteras, suspensión del calendario escolar, suspensión de reuniones para evitar la aglomeración de personas, suspensión de eventos deportivos, toques de queda y muchas otras.
Gracias al Covid-19 muchas instituciones financieras han postergado a sus clientes los pagos de préstamos de consumo tales como préstamos hipotecarios, preferenciales, préstamos de auto, préstamos personales y tarjetas de crédito.
Pero en medio de todo este panorama y sabiendo tristemente que habrán muchas otras muertes por covid-19 en el mundo, la iglesia de Dios en Panamá desea que sepas que el covid 19 te da una oportunidad de oro.
Es que Dios es fiel llamando a cada individuo en este mundo y él lo hace justo a tiempo.
Pero también hay un momento clave para responderle a Dios y ese momento siempre es HOY, como lo dice Hebreos 3:7-8
“Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto”.
El llamado divino en medio del Covid-19
¿Recuerdas algún momento en tu vida en donde sabes claramente que Dios te llamó?
Aun hoy ¿puedes percibir la voz de Dios llamándote?
Es que, está ampliamente demostrado que la raza humana no está aprovechando su oportunidad para recibir la salvación de sus pecados.
El hombre generalmente hablando, no se mueve en el tiempo de Dios, pero Dios SI tiene su tiempo. Lastimosamente la tendencia humana es moverse cada cual dependiendo del tiempo que uno quiera responderle a Dios.
Prueba de ello es la gran cantidad de muertos por covid-19 en el mundo, lo cual es tremendamente doloroso. Todos los que ya han partido de este mundo a causa del covid 19 tuvieron su oportunidad de ser salvos de sus pecados y solamente Dios sabe si la pudieron aprovechar.
Sin embargo sabemos que muchos ahora en la eternidad se están lamentando por no haber aprovechado sus oportunidades para reconciliarse con el Señor.
Dios es fiel y nadie va a poder achacarle nada. Él está haciendo todo de su parte para llamarte y para salvarte, pero te toca a ti aceptarlo y no rechazarlo, no sea que lo que dice Jeremías 8:20 se cumpla en ti:
“Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”.
Y es que el Señor también nos dice en II Corintios 6:2:
“En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.
Tristemente muchas personas dicen: “lo haré cuando arregle mis problemas”, pero no hay seguridad que llegará ese momento; ¡nadie sabe si va a poder vivir para aceptar la salvación de Dios!
Además, ningún ser humano es realmente capaz de arreglar todos sus problemas sin la ayuda de Dios. Es más, hasta el verdadero cristiano tiene muchos problemas, pero la diferencia es que éste último ha dado lugar a la solución del principal problema que ataca la raza humana, el cual no es el coronavirus, sino el pecado.
Para ti que lees, quiero decirte que Cristo vino para resolver el gran dilema y el gran problema del mundo, ¡el pecado! Esa fue, es y sigue siendo la raíz de todos los problemas en el mundo.
La situación del mundo entero es mayormente espiritual, pero no se están dando las soluciones, porque no se está atacando el problema desde la raíz.
La tendencia humana es de clamar a Dios por misericordia cuando surgen enfermedades graves como el covid-19, o situaciones de mayor índole. Es allí cuando se tiende a buscar a Dios, pero él no puede ser burlado:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7.
El ser humano no puede quedarse tranquilo ante la exposición de la palabra de Dios.
O le teme y acepta su glorioso plan de restauración, reconciliándose con él, o lo rechaza.
Cuando se percibe el amor de Dios y cómo su misericordia fluye hacia la humanidad habiéndole dado una y otra oportunidad (pudiendo Dios haberlo fulminado fácilmente), entonces uno corresponde a Dios en amor, como también dice en I Juan 4:19
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.
La aceptación de este amor y la entrega incondicional a Dios lo pondrá del lado de aquellos que han aprovechado la oportunidad de oro.
Sin embargo la mayoría desaprovecha la oportunidad y se endurece día tras día, semana tras semanas, mes tras mes y año tras año y es allí donde se cumple Jeremías 8:20:
“Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”.
No esperes un sentimiento para hacerlo. Esta es tu oportunidad para cambiar tu vida.
Hay veces que se necesita un pequeño empujoncito, y deseamos colaborar aún más al presentarte un mensaje en audio titulado:
“Pasó la siega, terminó el verano”
Me interesa saber qué piensas…
Visita nuestra audioteca de estudios!