¡Bienvenido(a)! Nos complace invitarlo(a) a un revelador y profundo análisis bíblico sobre hablar en lenguas. En este artículo, encontrará poderosos argumentos que le ofrecerán una nueva perspectiva sobre este importante tema.
Antes de comenzar, queremos hacerle unas preguntas que le ayudarán a reflexionar:
¿Desea descubrir la verdad bíblica sobre el hablar en lenguas?
¿Estaría dispuesto(a) a reconsiderar sus opiniones si se le muestran evidencias bíblicas que quizás desconozca?
Esperamos que haya respondido afirmativamente
Ahora, acompáñenos hasta el final de este artículo mientras exploramos a fondo el tema de hablar en lenguas. Estamos seguros de que encontrará esta lectura enriquecedora y esclarecedora.
El Espíritu Santo: El repartidor de los dones divinos
Iniciaremos este estudio sentando bases bíblicas acerca del Espíritu Santo, los dones y aquellos que reciben estos dones.
Primeramente, veamos una porción en 1 Corintios12:7-11.
7. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
8. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
9. A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
10. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
11. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Resaltemos algunos aspectos de estos 4 versículos:
- Es necesario tener una vivencia o vida en el Espíritu Santo.
- Dios es quien capacita como él quiere para trabajar para bien de su pueblo y del mundo.
- En esta capacitación, Dios da dones a los hombres.
- En Efesios 4 y Romanos 12 también se ven algunos de estos dones.
- En Efesios 4, vemos que la capacitación por medio de los dones es para unos sean apóstoles, otros sean profetas, otros evangelistas, otros pastores y otros maestros.
- En Romanos 12, vemos que a uno es dada profecía, a otro servicio, a otro poder exhortar, a otro la capacidad de repartir, etc.
En el versículo, 7 vimos que a cada uno le es dado la manifestación del Espíritu para provecho. Esto quiere decir que el Espíritu trabaja a través de la vida de los santos para provecho del cuerpo. Cada miembro en el cuerpo trabaja, no para sí mismo, sino para bien de todo el pueblo.
Algunos reciben palabra de sabiduría, otros palabra de ciencia, otros fe, otros dones de sanidades, algunos el hacer milagros, otros profecía, discernimiento de espíritus y más.
El don de hablar en lenguas no es para todos
En el versículo 10 de I Corintios 12 leemos “a otro diversos géneros de lenguas”.
Pero para ser consistente con el versículo y la porción entera, vemos que cada don es dado a una o algunas personas. Es decir, el texto no dice que a todos es dado palabra de ciencia, tampoco dice que a todos es dado dones de sanidades. No dice que a todos es dado el hacer milagros, y tampoco dice que a todos es dado discernimiento de espíritus.
Por lo tanto, a todos no es dado el hablar en lenguas y a todos tampoco es dado la interpretación de lenguas.
Ya de por sí este criterio bíblico establece una diferencia con lo que vemos dentro de muchos movimientos religiosos, en donde se enseña que todos deben “hablar en lenguas”.
Pero, vamos a reafirmar y respaldar este criterio con los versículos 28-30 de I Corintios 12.
28. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
29. ¿Son todos apóstoles?, ¿son todos profetas?, ¿todos maestros?, ¿hacen todos milagros?
30. ¿Tienen todos dones de sanidad?, ¿hablan todos lenguas?, ¿interpretan todos?
Así que, démosle respuesta a las preguntas en estos versículos:
¿Son todo apóstoles? No
¿Son todos profetas? No
¿Son todos maestros? No
¿Hacen todos milagros? No
¿Tienen todos dones de sanidad? No
¿Hablan todos lenguas? No. Si la respuesta cambia a Si, entonces no compagina con el espíritu de la enseñanza.
Desvelando el misterio del día de Pentecostés
Hechos 2:1-12
1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3. Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
6. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
8. ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9. Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10. En Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
11. Cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
12. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
Anteriormente en Lucas 24:49, vemos que Jesús les había dicho a los apóstoles que permaneciesen en Jerusalén hasta que fueran investidos de poder desde lo alto.
En el marco del día de Pentecostés, en Jerusalén se encuentran una gran cantidad de judíos de otras partes del mundo para dicha celebración.
Estos judíos, quienes venían de otras partes, hablaban el lenguaje de la región o el país donde provenían, pero también hablaban en el lenguaje que podían entender los que vivían en Jerusalén.
Por ejemplo, los visitantes judíos de España, hablaban el hebreo o arameo, pero también hablaban en idioma español.
Los visitantes judíos de Francia, hablaban en hebreo, pero también en francés.
Igualmente, los de Italia, hablaban el lenguaje hebreo, o arameo, pero también el italiano.
La biblia no dice que hubo visitantes judíos de España, Francia o Italia. Esto fue un ejemplo para lograr proyectar mejor el concepto. ¿Qué concepto? El concepto que si hubieran visitantes judíos de esos países, no solo hablarían el idioma de sus países, sino también el idioma de los que vivían en Jerusalén.
El propósito de Dios en ese día, es crear un impacto en estos visitantes y generar una gran cosecha de almas para su iglesia. Esta cosecha posteriormente se cifró aproximadamente en tres mil personas.
El impacto producido por Dios, el cual sería notorio a todos los que estaban en la fiesta de pentecostés, vendría en línea a lo prometido, tanto por Jesús, como por profetas antiguos, esto es el derramamiento del Espíritu Santo. Ni las profecías ni Jesús habían dicho cómo o dónde se daría, pero iba a tocar a los congregados en el aposento alto ser los receptores de dicha gran promesa.
Al Dios verter el Espíritu Santo sobre los congregados, el mismo Espíritu, según su discreción, hace que comiencen a hablar en las lenguas nativas de los judíos que visitaban Jerusalén en ese tiempo. Esto se alinea con I Corintios 12:11 que dice: repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Esto a su vez produce una gran confusión, de tal forma que los que visitaban Jerusalén, se extrañan que los que vivieran allí hablasen en las lenguas en las cuales ellos habían nacido.
El texto dice que la gente comenzó a preguntarse: ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Así pues, aquellos que estaban en el aposento alto, fueron dotados en ese momento por el Espíritu para hablar en idiomas de otros países, y aquellos que venían de aquellos países, podían distinguir lo que decían, y declararon que hablaban las maravillas de Dios.
Por lo cual, el don de lenguas es la capacitación por medio del Espíritu, para hablar otro idioma o lengua comprensible sin haberlo estudiado.
Y aunque parezca obvio, comprensible quiere decir que otra persona puede entender lo que uno está diciendo.
En muchos sistemas religiosos se pretende enseñar a las personas a “hablar en lenguas” por medio de la repetición de palabras o frases. Sin embargo, vemos que este don espiritual, fue impartido a los congregados y no fue algo que aprendieron o les fue enseñado.
Estudiar una lengua (por ejemplo, el japonés, el mandarín, el inglés, etc.) no es igual al don de hablar en lenguas mediante la capacitación del Espíritu Santo.
Si los visitantes hubieran oído a los congregados en el aposento alto hablar las maravillas de Dios en lenguaje judío (hebreo o arameo), no hubiera producido ninguna impresión o impacto en ellos.
Por lo tanto, hubo un propósito específico por el cual Dios se movió así en ese día, y eso también va en línea a I Corintios 12:7, Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
3 Ejemplos bíblicos que desafían la creencia que todos terminan hablando en lenguas al ser llenados del Espíritu Santo
Hay otra gran falsedad envuelta en el tema del don de lenguas, y es la enseñanza que todos deben hablar en lenguas al ser llenados del Espíritu Santo.
Veamos estos 3 casos bíblicos en el libro de Hechos y veamos si se alinean a dicha teoría.
El primer caso está en Hechos 4:23-31.
23. Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
24. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay.
25. Que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas?
26. Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo.
27. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel.
28. Para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
29. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra.
30. Mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
31. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
En este ejemplo, vemos que hubo una visitación del Espíritu Santo, pero nadie habló en otras lenguas. Por el contrario, hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Veamos el siguiente caso en Hechos 8:14-17.
14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan.
15. los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo.
16. Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.
17. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
En este ejemplo, vemos que Pedro y Juan fueron enviados a Samaria al recibir la noticia de la conversión de muchos. Aquellos recibieron el Espíritu Santo, y tampoco hablaron en otras lenguas.
El tercer y último caso está en Hechos 9:10-18.
10. Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora.
12. Y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén.
14. y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
15. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.
16. Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Aquí vemos que el gran apóstol Pablo tampoco habló en otras lenguas al momento de recibir el Espíritu Santo.
Por lo cual, estos ejemplos echan por tierra el punto de vista de muchos religiosos que sienten o predican que cada cristiano debe hablar en otras lenguas al recibir el Espíritu Santo.
¿Entonces Pablo no llegó a hablar en otras lenguas?
El apóstol Pablo sí habló en muchas lenguas.
En 1 Corintios. 14:18 leemos lo siguiente:
Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.
Es importante comprender que Pablo fue llamado a ministrar a los gentiles y tuvo que viajar por muchos países o regiones para llevar el evangelio.
Así pues, no es extraño entonces, que Dios le diera la capacitación para hablar otros idiomas.
Desvelando la transformación de quienes son llenados por el Espíritu Santo
Cuando un individuo es llenado del Espíritu Santo, se dan algunas cosas en su vida, entre las cuales mencionamos:
- Se da un registro interno en la persona, como lo explica Romanos 8:16. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
- Se da una producción de la naturaleza divina en el individuo, llevándolo de esta manera a ser santo. En otras palabras a vivir como Cristo.
- Ezequiel 36:25-27: Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
- Ezequiel 36:25-27: Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
- Se da una producción abundante del fruto del Espíritu en el individuo, tal como lo indica Gálatas 5:22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
¿Se imagina usted la cantidad de personas que dicen hablar en lenguas, pero que no viven en santidad constante como lo demuestran estas porciones?
También hay muchos otros que abandonan a Dios, regresan al mundo y aún manifiestan tener el don de lenguas. Esto sencillamente no es bíblico.
Por lo cual, aquel que ha sido llenado del Espíritu Santo, debe tener un testimonio interno y una producción externa del fruto del Espíritu.
Descifrando las razones divinas por las que otros terminaron hablando en lenguas al ser llenados del Espíritu Santo
Dios hace cada cosa por una razón, y muchas veces se nos dificulta comprender por qué trabajó en cierto momento de una forma, y en otro momento de otra forma.
Veremos dos episodios bíblicos en donde se dio el derramamiento del Espíritu Santo y los presentes hablaron en otras lenguas y explicaremos algunas razones por el cual esto se dio.
Si en Hechos 2 vimos que Dios deseaba crear un impacto sobre los judíos que no vivían en Jerusalén haciendo que los apóstoles hablaran en sus idiomas, ahora veremos que Dios se plantea revolucionar a su iglesia, que hasta ese momento era primordialmente judía.
En este caso, Dios abrirá su plan a todas las naciones y no solamente a los judíos, y para tal fin, utilizará al apóstol Pedro, junto con algunos judíos cristianos, los cuales enviará a Cornelio.
En Hechos 10: 44-46 leemos:
44. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.
45. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
46. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
Dios vertió el Espíritu Santo, haciendo que la misma señal que se dio con los judíos, pasara con los gentiles cristianos, es decir, estos también hablaron en lenguas.
Pero la clave para confirmar que hubo entendimiento es “y que magnificaban a Dios”.
¿Por qué es importante entender que Dios les permitió hablar en lenguas?
Para Dios, la unidad de la iglesia es muy importante. Los judíos necesitaban entender que el mismo Dios que trabajó con ellos dándoles su Santo Espíritu, era quien ahora trabajaba con los gentiles, por tanto, era necesario que ellos los aceptaran como sus hermanos, hijos del mismo Dios y parte del mismo pueblo.
Por eso en Hechos 15:7-9, el apóstol Pedro, después de mucha discusión, sale en defensa de los nuevos hermanos gentiles:
Razones divinas por las cuales otros terminaron hablando en lenguas al ser llenados del Espíritu Santo
7. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.
8. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;
9. Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
Por lo cual vemos que, en aquel tiempo era necesario proyectar una iglesia unida y aceptar a los nuevos miembros gentiles, y Dios permitió que estos hablaran en lenguas tal cual ocurrió con los judíos en el día de Pentecostés.
El siguiente ejemplo pasaría muchos años después del día de Pentecostés. Para algunos, unos 25 años después.
En Hechos 19:1-6 leemos lo siguiente:
1. Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos
2. Les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.
3. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Ahora vemos la repetición de lo que ocurrió en Hechos 10 con Cornelio y los gentiles, y Hechos 2 con los judíos, es decir, que los nuevos discípulos en Éfeso también hablaron en lenguas cuando recibieron el Espíritu Santo. Pero no solo que hablaron en lenguas, sino que profetizaron.
Esta nueva acción nos vuelve a demostrar que Dios desea enviar un mensaje alto y claro que la iglesia de Éfeso es suya, es decir, que es la misma de Jerusalén cuyos miembros habían sido facultados en su momento para hablar otras lenguas.
Mantengamos en mente que Éfeso fue aquella gran ciudad en donde hubo un gran alboroto con motivo de la predicación de Pablo en contra de la idolatría a Diana de los efesios.
No es de extrañarse que, al confirmarse la presencia de verdaderos seguidores de Cristo en esa ciudad, Dios permitiera que recibieran su Espíritu y hablaran en lenguas, igual que aquellos de la iglesia en Jerusalén.
Al hablar en lenguas y profetizar, daban la señal que eran parte del cuerpo de Cristo, como lo dice 1 Corintios 14:22
Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
La palabra profetizar usualmente se conoce como una predicción del futuro. En el antiguo testamento, muchos profetas hablaban o predecían lo venidero, pero luego tomaban mucho más tiempo explicando al pueblo lo que Dios deseaba de ellos en sus conductas.
Así que en toda la trayectoria antiguo testamentaria, vemos que la profecía no es solamente hablar del futuro, sino también dar entendimiento de la mente de Dios para el presente.
En la biblia vemos que la profecía también se refería a glorificar a Dios. Por ejemplo, en 1 Samuel 10:5-6, vemos que hay unos profetizando en un ambiente de alabanza con instrumentos musicales, como en un servicio o culto:
5. Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando.
6. Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.
En la porción mencionada, Saúl, el recién ungido y primer rey de Israel, encontró a unos profetas que glorificaban a Dios y se unió a ellos profetizando también, a tal forma que el pueblo se extraña y dicen: ¿Saúl también entre los profetas?
Pero la biblia nunca reconoció a Saúl como un profeta, en cambio a David sí (Hechos 2:29-30). Y los Salmos, muchos de ellos escritos por el Rey David, no solo contienen predicciones mesiánicas futuras, sino que también están llenos de alabanzas y publicaciones de la grandeza de Dios por medio del profeta David.
Así es que bíblicamente, la profecía incluye alabanza, glorificación de Dios, predicción del futuro y enseñanza de la mente de Dios para el presente.
¿Qué hay acerca de hablar en lenguas angelicales?
Veamos otro error de interpretación en cuanto a las lenguas angelicales.
En I Corintios 13:1 Pablo menciona las lenguas angelicales diciendo.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Parte de la teoría de hablar en lenguas indica que los que lo hacen, están hablando en lenguas angelicales.
Pero Pablo no está diciendo que él habla o hablaba en lenguas angelicales. Él está diciendo: “si yo pudiera hablar en lenguas angelicales y no tengo amor, vengo a ser como un metal que suena o címbalo que retiñe”
Lo curioso es que en todas las apariciones bíblicas los ángeles les hablaron a los humanos en un lenguaje que ellos podían entender. Así fue en el caso de Gedeón, en el caso de María, de Zacarías, etc. Los ángeles siempre hablaban el idioma de las personas.
Más adelante él vuelve a decir: Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Aquí él tampoco está diciendo que andaba repartiendo sus bienes para dar de comer a los pobres, o entregando su cuerpo para ser quemado.
Es curioso, porque más se oye mencionar acerca de las lenguas angelicales como algo que se debería hacer, pero no se oye mucho acerca de dar de comer a los pobres o de entregar el cuerpo para ser quemado.
Sin embargo, aquí Pablo está diciendo que, si él hubiera entregado su cuerpo para ser quemado sin tener amor, de nada le servía.
Y ahora, un análisis profundo sobre hablar en lenguas según I Corintios 14
La iglesia de Corinto fue fundada por Pablo, pero se había contaminado con los males que la rodeaban en una ciudad licenciosa (es decir, que es atrevido y disoluto o carece de moralidad, especialmente en lo que hace referencia al aspecto sexual.)
En ella se notaban divisiones, problemas en los matrimonios, infiltración de corrientes mundanas, entre otras cosas.
Por ejemplo, en el capítulo 3, Pablo corrige aquellos que estaban en carnalidad.
En el capítulo 5, Pablo corrige y reprende a los que están en fornicación.
En el capítulo 6, Pablo corrige asuntos de hermanos en litigio público.
En el capítulo 11 Pablo corrige asuntos de desórdenes en la cena del señor.
Y así podemos seguir y llegar al capítulo 14, que se usa para promover la teoría moderna de hablar en lenguas.
Por cuanto Corinto era una megalópolis, se comenzaba a notar una vanagloria entre aquellos que podían hablar en varios lenguajes.
Y Pablo le indica a la iglesia que el hablar en lenguas no es el don primordial y que el propósito de los dones es la edificación del cuerpo de Cristo.
En medio de su enseñanza, les indica que, en el momento del servicio a Dios, si hablan un idioma que no se entendía, no se estaba dando la edificación debida.
Así pues, el capítulo 14 de 1 Corintios no es para enseñar acerca del don de lenguas, sino para corregir la anomalía que se estaba dando.
Pablo comienza a enfatizar que el profetizar era más importante. El profetizar del cual se habla aquí es enseñar para el bien del pueblo. Pero aún antes de eso, al final del capítulo 12, él indica que hay un don que es para todos, por el cual, si no se tiene ese, no se tiene nada. Y ese don es el amor.
Y en el capítulo 13, él amplía su discurso sobre el amor, diciendo que no importa qué dones se dicen tener, si no hay amor, no hay nada.
Por eso es que predicar y enseñar sin amor no significa nada a los ojos de Dios. Sanar, o sacar demonios, o hablar verdaderamente en lenguas no implica nada si no hay amor.
Así que, en este capítulo, Pablo intenta corregir 2 anomalías:
- Educar a los que verdaderamente tenían el don de lenguas, pero que dentro del culto solo querían hablar en base a sus emociones.
- Asegurarse que todos entendieran cuando algún hermano hablara en otro idioma.
Y cuando él indica su deseo que todos hablaran en lenguas, es porque así podían llegar con el evangelio a más personas.
La actitud de preeminencia de unos sobre los otros al hablar en otras lenguas no es en nada comparable a la necesidad de edificar el cuerpo de Cristo. En otras palabras, más importante es instruir con entendimiento, que hablar muchas palabras que nadie entiende.
Aquí hay una verdad sobre nosotros los humanos: en un alto porcentaje nos basamos en las emociones.
Y el movimiento religioso detrás del falso hablar en lenguas produce mucha emoción. En la mayoría de los lugares se combinan exhortaciones fogosas y llenas de ánimo, con fondos musicales que apelan a las emociones y a la alegría, orquestas musicales con luces especiales de escenario, supuestos profetas que predicen lo que la gente quiere oír (el falso evangelio de la prosperidad), etc.
Concierto religioso, plagado de elementos especiales que apelan a las emociones
Todos estos elementos apelan a las emociones y muchísimas personas sin aún estar viviendo en santidad, asisten a dichos centros religiosos y en medio de un culto, terminan “hablando en lenguas” (entre comillas).
El capítulo 14 de I Corintios ha sido magnificado sobre el resto de las enseñanzas bíblicas sobre la llenura del espíritu Santo.
Muchos sostienen que hay dos tipos de lenguas: el don de hablar en lenguas o idiomas, y otro cuando el Espíritu Santo llena al individuo. Pero en este estudio hemos visto que la palabra de Dios enseña que no todos los que son llenados del Espíritu Santo, consiguen el don de lenguas.
En muchos lugares contradicen las enseñanzas del capítulo 14 de Corintios, donde claramente menciona que, en un culto, solo dos o tres deben hablar en lenguas y con intérprete, o por el contrario se debería callar. Pero vemos que se hace exactamente lo contrario, es decir, muchos “hablan en lenguas” a la vez, pero nadie interpreta lo que dicen.
Y es imposible que el Espíritu de Dios haya dado claras instrucciones en la biblia y que estas sean contradichas, supuestamente por el movimiento del mismo Espíritu.
Si el Espíritu de Dios que, según Jesús, nos guiaría a toda la verdad, muestra una verdad en la palabra de Dios, pero luego enseña otra cosa, ¿cómo hemos de creer en la palabra de Dios?
Así que, no importa cuánta emoción, alabanza, profecía, exhortación, canto, luces y efectos musicales haya dentro de un culto, si después no se puede obedecer la palabra de Dios, el culto y las emociones no valen nada.
Recordemos que Samuel le dijo a Saúl que la obediencia era mejor que los sacrificios, y Jesús también dijo que si le amábamos debíamos guardar sus mandamientos.
Y Pablo indica que toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Ahora iremos verso por verso, desde el 1 hasta el 33, procurando dar el entendimiento correcto.
1. Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
Aquí Pablo está tratando de explicar que cuando nos reunimos, todo el trabajo que se hace debiera ser para la edificación del pueblo. Recordemos que la profecía incluye dar entendimiento de lo que Dios desea en el presente.
Así que, en ese escenario bíblico, un pastor de China podía estar en la iglesia de Corinto, hablando cosas muy buenas y profundas espiritualmente en su lenguaje natal, pero si la audiencia no lo entendía, ¿de qué se beneficiaban entonces?
2. Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
Aquí indica que, aunque los oyentes no comprendan la lengua foránea, Dios sí la entiende. Pero en el cuerpo de Cristo, es más válido que haya entendimiento, por lo cual, el valor de lo que está diciendo esa persona, aun cuando pudiera estar hablando misterios divinos, no se aprovecha.
Y cuando dice que nadie le entiende, no implica que el mismo individuo tampoco se entiende, ya que más adelante en el versículo 28 él dice: Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. Por lo cual, aquí se demuestra que el individuo no solo está hablando a Dios, sino para sí mismo.
3. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
Aquí se asume que el que profetiza lo está haciendo en el lenguaje regular de las personas que están escuchando, y por eso pueden entender, ser edificados y recibir consolación.
Esto aplica tanto al don de lenguas, como al idioma foráneo. Por ejemplo, si a la iglesia de Corinto llegaba un francés para dar su testimonio, él lo podía hacer siempre y cuando los presentes pudieran entenderlo.
De lo contrario, Dios tendría que dotar a alguien del don de interpretación para que pudieran entender, o el francés mismo tendría que orar a Dios para ser dotado de la capacidad de interpretarlo al idioma de la audiencia, como lo indica más adelante diciendo: Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
4. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
La edificación requiere entendimiento, es decir, si el individuo va a ser edificado tiene que estar entendiendo. Si Dios capacita a alguien para hablar en otro idioma, también le dará el entendimiento.
Aquí la pregunta que cabe es: en el llamado “movimiento de hablar en lenguas” dentro de un culto ¿es cierto que cada uno que habla está entendiendo lo que sale de su propia boca?
Recordemos que un don espiritual viene de Dios mismo y no puede ser enseñado. Un grupo de personas puede aprender a hablar en un idioma que no conoce, pero eso no es igual a un grupo de personas siendo dotadas por el Espíritu para hablar en lenguas que no conozcan para la edificación de la iglesia.
5. Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
Este versículo derriba la teoría que el don de lenguas es para todos. Porque de lo contrario, Pablo no hubiera dicho que quisiera que todos hablaran en lenguas. Él deseaba que todos hablaran en lenguas para que el evangelio pudiera llegar a más personas. Es como cuando Moisés dijo: Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta.
Ahora, él no está diciendo que el que profetiza tiene un rango superior al que habla en lenguas. Lo que él está diciendo es que el poder profetizar tiene un mayor valor que el que habla en lenguas, porque así puede llegar a más personas.
Y que la única forma que hablar en lenguas tenga el mismo valor que profetizar es si se logra interpretar aquella lengua extraña para beneficio de los oyentes.
6. Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
Por eso es que no hay provecho alguno en predicar en un lenguaje en el cual nadie va a ser edificado.
7 – 8. Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
Es una realidad: si alguien que no sabe tocar, se sienta en el piano tocando las teclas sin ningún ritmo, sentido o propósito, ¿quién entenderá lo que tocó?
De igual forma, si se suena una trompeta en la batalla, y los soldados no entienden lo que significaba la sonada, ¿cómo pueden prepararse para la guerra?
9. Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.
Por lo tanto, si una persona está hablando en lengua incomprensible dentro de la congregación, también lo está haciendo al aire.
10 – 11. Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.
Todos los idiomas tienen su significado.
Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.
Y si dentro de una congregación hay quienes no entienden lo que los demás dicen, bajo el pretexto que están hablando en lenguas, lo que aquellos dicen, no tendrá ningún valor para ellos.
12. Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
Por lo tanto, en el cuerpo de Cristo se debería procurar abundar en los dones que edifiquen a la iglesia.
Este verso dice que el que vaya a buscar dones espirituales, debe hacerlo para edificación de la iglesia.
Pero si todos o muchos a la vez están supuestamente hablando en lenguas, ¿quiénes están siendo edificados? Esto hace que volvamos a considerar si cada uno que está hablando en lenguas puede entender aquello que está saliendo de su boca. Y aun cuando pudieran entenderlo, si otros no están recibiendo la edificación pertinente, entonces se está yendo en contra de esta enseñanza bíblica.
13. Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
Dios puede dar el don interpretación de lenguas al que se lo pide. Por ejemplo, si en una audiencia, alguien desea edificar al pueblo hablando en un idioma que los demás no entienden, puede pedir a Dios la capacidad de interpretar su dicho en el idioma que todos entiendan.
De igual forma, otra persona en la audiencia puede ser capacitado por Dios para servir de intérprete.
Sin embargo, si en una audiencia, todos hablan en un mismo idioma ¿por qué alguien tendría que hablar en otro idioma bajo el pretexto de estar “hablando en lenguas”, máxime cuando nadie está comprendiendo?
14. Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
Este versículo lo utilizan para indicar que una persona puede estar orando “en lenguas” solamente con su espíritu, pero sin entender lo que uno mismo está diciendo.
Analicemos esto: si se lee la biblia en público, es para que todos entiendan. De igual modo, cuando se predica en público, es para que todos entiendan.
Alguien puede estar predicando bajo la unción del Espíritu en el idioma de la audiencia, pero si la audiencia no entiende absolutamente nada, ¿cómo podrán ejecutar o poner por obra lo que escuchan?
De igual forma, si se le dice a un bebé de 1 año y medio que sume uno más uno (1+1), nunca podrá hacerlo, ya que su entendimiento está limitado. El fruto, o resultado de aquel dicho no quedará en nada porque no hubo entendimiento.
Así pues, el fin u objetivo de aquel que predica es que la audiencia logre entender lo que predicó. Si la congregación no está entendiendo, no habrá fruto de la palabra predicada.
Por ende, cuando el versículo dice que no hay fruto, es porque no hubo entendimiento. Pero aún más allá, el que ora, habla o exhorta, debe entender lo que está diciendo.
15 – 16. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
Si yo bendigo, canto u oro solo con el espíritu el que me oye no puede decir amén si no entiende lo que estoy diciendo.
Y nuevamente, si mi mente no sabe lo que estoy diciendo ¿cómo sé que estoy orando? Se puede dar el caso que el individuo es llevado por un mal espíritu a maldecir, o decir palabras soeces, sin siquiera saber lo que está diciendo.
Así pues, el concepto no es “que yo no entienda”, sino que al hacerlo “solo en el espíritu” no puedo hacerme entender, o sea, no hay fruto de lo que estoy haciendo.
Esta es la razón por el cual más adelante dice que si no hay un intérprete, el individuo debe callar y hablar para sí y para Dios.
Y al hablar para mí, yo debo saber y entender qué estoy diciendo.
17. Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
Si el individuo habla en lengua extraña y las personas no entienden, aunque él está alabando o dando gracias a Dios, no hay provecho alguno en lo que está diciendo.
18. Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
Aquí Pablo da a entender que él hablaba varios lenguajes. Según se dice, hablaba en griego, latín, hebreo y arameo. Recordemos que él viajaba a varios lugares llevando el evangelio.
19. Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
El apóstol Pablo plantea claramente que hablar cinco palabras que la gente pueda entender es mejor que predicar todo un sermón con palabra que la gente no puedan entender.
20. Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.
Aquí, él apela a la sobriedad para que haya edificación, en lugar a la inmadurez y las emociones.
21. En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
En Isaías 28:11 dice: En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
El hermano Pablo utiliza esta porción para reafirmar que, si alguien está hablando, o dando profecía en lengua extraña en la iglesia, si el pueblo no entiende, no se está logrando el beneficio colectivo.
22. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
Cuando en el día de Pentecostés Dios derramó el Espíritu Santo, no lo hizo como señal para los apóstoles congregados en el aposento alto, sino para los judíos quienes visitaban a Jerusalén, quienes aún no eran convertíos a Dios.
De igual modo pasó en Hechos 10 con Cornelio y los gentiles, y en Hechos 19 con los discípulos que solo habían sido bautizados en el bautismo de Juan.
En ambos casos, la capacitación de hablar en una lengua desconocida, era para dar una señal a los que escuchaban, que Dios estaba manifestándose en ese momento.
El problema es que ahora la verdad se ha tergiversado y se dice que el don de lenguas es una señal a los santos que recibimos o reciben el Espíritu Santo, pero Pablo dijo que la intención de Dios era que fuera una señal a los incrédulos o quienes aún no habían recibido el evangelio de Jesucristo. Pero la profecía, es dada para la edificación de los creyentes.
23. Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
Ahora Pablo inyecta unos aspectos que proyectan lo negativo del patrón normal de las iglesias que dicen hablar en lenguas.
Supongámonos que realmente se habla en diferentes idiomas en un culto, todos al mismo tiempo, es decir, algunos en alemán, otros en francés, otros en chino, otros en español y otros en inglés, y todos hablando al mismo tiempo: ¿no sonaría como una gran confusión?
¿Y no es exactamente esto lo que se da en muchas iglesias, en donde todo el mundo al mismo tiempo, está “hablando en lenguas”?
En ambos casos, ya sea que se está realmente hablando en lenguas reales, o solo balbuceando frases sin sentido, ¿qué dirán los indoctos o incrédulos presentes?
24 – 25. Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Aquí se proyecta a una persona predicando y todo el pueblo apoyando las verdades oídas.
26. ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
Una vez más se reafirma que el propósito en todo el culto es que haya edificación. Y no puede darse la edificación si se está hablando en una lengua desconocida sin la debida interpretación
27. Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Esta instrucción tiene en mente que, si hay personas que hablan un idioma distinto al de la mayoría, que podían participar por turnos y con un intérprete que hiciera que los demás entendieran de qué se trata su intervención.
28. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Esta instrucción también debería seguirse, aún en nuestros días. Por lo cual, no debería darse el caso que se esté hablando en una lengua extraña en el culto sin poderla interpretar para edificación de todos.
29 – 32. Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.
Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.
Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
Estas son otras pautas para mantener el orden dentro del culto. Mientras uno habla, los demás deberían escuchar. No todos deberían estar hablando al mismo tiempo. También se resalta la importancia del auto control en lugar del descontrol.
33. pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,
En muchísimos casos, se ve o se toma como normal el desorden visto en las iglesias, en donde las personas quedan tiradas en el suelo, revolcándose, gritando sin control y otras manifestaciones similares supuestamente asociadas al derramamiento del Espíritu Santo.
Si el Espíritu Santo cae sobre una mujer, ¿por qué haría que sus expresiones externas fueran tan descontroladas que otros tienen que usar mantas para que ella no exponga su cuerpo a vista de los demás?
Nunca se veían tales expresiones en la palabra de Dios. Lo que es contrario, se veía que los malos espíritus eran los que tiraban a las personas al piso.
Marcos 9:22-27
22. Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
23. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
25. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
26. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.
27. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.
Aquí vemos claramente que el espíritu malo fue quien echaba al niño en el fuego, en el agua y quien finalmente lo sacudió con violencia haciendo que quedara como muerto.
¿Ha visto alguna vez a alguien siendo supuestamente llenado del Espíritu Santo siendo sacudido y echado de esta forma? Sabemos que esto se ve con frecuencia, pero la palabra de Dios no tiene registros de dichas reacciones cuando los creyentes eran llenados del Espíritu Santo.
¿Y si no es el Espíritu Santo quien produce estas reacciones? ¿Qué otro espíritu será?
I Juan 4:1 Amados, no creáis á todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
Conclusión
¿Ha logrado entender usted la verdad bíblica sobre el hablar en lenguas?
En resumen, este análisis bíblico sobre hablar en lenguas ha abordado varias perspectivas clave.
Hemos visto que hablar en lenguas es un don del Espíritu Santo dado según Su voluntad, no a todos los creyentes.
Se ha explicado la diferencia entre el evento de Pentecostés, donde las lenguas eran comprensibles, y las prácticas contemporáneas.
Además, se ha refutado la idea de que todos los creyentes deben hablar en lenguas como prueba de tener el Espíritu Santo.
Esperamos que este estudio le haya proporcionado una comprensión más profunda y clara del tema.
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